La semana del 7 al 13 de noviembre de 2022 quedará marcada en la mente y, sobre todo, en las wallets de muchos participantes del ecosistema crypto debido a la caída de FTX.
Antes de compartir las 3 lecciones que nos deja este acontecimiento, empezaremos explicando rápidamente algunos puntos claves para los que no están muy familiarizados con el tema:
¿Qué es FTX?
O mejor dicho:
¿Qué era FTX?
FTX era una de las principales casas de cambio del ecosistema crypto, a las que se conoce comúnmente como exchange.
En este exchange los usuarios podían comprar y vender criptoactivos, hacer operaciones de trading con apalancamiento y optar por una gama diversa de servicios financieros.
El CEO de FTX era Sam Bankman-Fried, un personaje muy destacado e importante en el ecosistema crypto, que había ganado fama haciéndose multimillonario con inversiones de alto riesgo.
¿Qué pasó con FTX?
Ante los rumores de insolvencia en el exchange, muchos usuarios empezaron a retirar sus fondos, causando una crisis de liquidez.
Se especuló que la empresa usaba los fondos de los clientes para realizar operaciones riesgosas y, por ende, no tenía los fondos.
Y como ya es costumbre, cada vez que sucede algo de gran magnitud en el mercado crypto, los inversores liquidan posiciones en los activos de riesgo como actualmente es considerado BTC a pesar de todos sus fundamentos.
El viernes 11 de noviembre FTX, Alameda Research y otras más de 120 empresas del grupo se acogieron al Capítulo 11 del Código de Quiebras de Estados Unidos, ese mismo día Sam Bankman-Fried renunció a su cargo como CEO de FTX Group.
Hubieron posibles intentos de rescate por parte de grandes representadas del ecosistema crypto como Binance, pero sin llegar a concretarse.
Lo más trágico de esto es la cantidad de usuarios que no han podido retirar su fondos, un supuesto hackeo al exchange que ahora mismo desvanece toda esperanza de los usuarios, y ni que decir del efecto FTX que viene arrastrando a otros exchanges al abismo como seguiremos viendo en estas semanas.
Así que sin mayor preámbulo, vamos al objetivo de este artículo:
Lección 1: Una casa de cambio, es una casa de cambio
Imagina que tienes dinero fiduciario: dólares americanos y necesitas recurrir a una casa de cambio para poder convertir esos dólares en la moneda local de tu país.
Recurrimos a una casa de cambio, en búsqueda del mejor factor de conversión, para obtener el mejor precio posible por nuestros dólares ya que los bancos nos pagan poco.
Entramos a la casa de cambio, hacemos la transacción correspondiente y te vas con el dinero en tu billetera ¿verdad?
Entonces: ¿Por qué no haces lo mismo con una casa de cambios digital?
¿Te das cuenta que no tiene sentido ir a una casa de cambio, ejecutar la transacción y dejarle el dinero a la misma casa de cambio?
Sin embargo, aunque parezca absurdo, es precisamente lo que muchos usuarios suelen hacer en el ecosistema crypto.
Puede que por desconocimiento, por la flojera o quizás por querer “ahorrarse” la transacción de envío a una billetera fría, dejan sus activos en la casa de cambio.
Una vez más, los hechos nos vuelven a enseñar que esa es una pésima idea.
Lección 2: Si no tienes tus llaves privadas, no son tus criptomonedas.
Las llaves privadas están conformadas por una combinación secreta de 12, 24 o 36 palabras que todo poseedor de una billetera fría debe custodiar.
Y sí, la famosa frase:
“Not your keys, not your money”
Bitcoin
Probablemente la has escuchado cientos de veces, pero también lo más probable es que no la hayas tomado en serio.
Incluso recientemente Vitalik Buterin, fundador de Ethereum, se animó a decir en la conferencia LABITCONF que:
“La autocustodia es importante, pero es difícil”
Vitalik Buterin
Para los usuarios nuevos es complicado crear una billetera fría y custodiar sus llaves privadas.
Pero después de este acontecimiento, muchos usuarios tomarán en serio hacer este paso extra y un poco fastidioso, con la finalidad de tener sus fondos a salvo y bajo su poder.
Tanto es así que se ha reportado un aumento de ventas considerable en dispositivos Trezor y Ledger.
Lección 3: Si tú no tienes la custodia de un activo, no es tuyo.
Así como un crypto banco no puede hacer frente a una corrida masiva de retiro de fondos, un banco tradicional tampoco.
¿Entonces no debo tener mi dinero en el banco?
Una pregunta difícil de responder, porque es un mal necesario, pero si entendiste que en un banco tú no tienes la custodia de tus fondos, ya nos sentimos felices por haberte hecho reflexionar.
Lo más gracioso de esto es que el dinero que tienes en el banco pierde valor año a año por la ya conocida inflación.
Y si reflexionas más a fondo te darás cuenta que no tienes la custodia de activos en ningún lado, porque si dijiste:
“Pero tengo bienes raíces“
Te contamos que no son tuyos, son del Gobierno y el Gobierno puede tomar posesión de ellos en cualquier momento, aún así tengas tu título de propiedad.
¿Entonces all-in Bitcoin?
Bitcoin tiene excelentes fundamentos para ser considerado una reserva valor, pero aún está muy lejos de serlo, por ende, salvo que tengas una posición a muy largo plazo podría ser una opción para diversificar activos que tengas bajo tu custodia.
Entendiendo esta problemática es que Crypto Metales pone a tu disposición, activos que han sido considerados como dinero por siglos: oro y plata.
Ahora podrás tener bajo tu custodia, personal y real, los únicos activos que no podrán confiscarte.
Empieza a diversificar tu portafolio como lo hacen todos los inversores profesionales, en monedas o barras de oro y plata, que solo tú y nadie más que tú tendrá bajo su propia custodia.
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Un comentario
Excelente aporte de valor no solo como producto, sino como información de inversión.
Felicitaciones!